La tejeduría es un oficio artesanal ancestral, que ha sido practicado por generaciones, en diferentes culturas alrededor del mundo.
A través de la habilidad de hilar fibras naturales, tanto de origen vegetal como animal, de “urdir” dichas fibras y ligar los hilos, mediante la ” trama”, el hombre en general y la mujer en exclusiva particularidad, han sido capaces de crear tejidos, en un principio, desde la necesidad, y, una vez dominado el oficio y, habiendo transformado en arte la destreza de tejer, fueron capaces de crear extraordinarias piezas, tanto para indumentaria como con fin ornamental y de culto, en las diferentes culturas de la Antigüedad.
Este arte tradicional no sólo ha sido una forma de expresión creativa, sino también una manera de preservar la historia y la identidad cultural de los pueblos.
La tejeduría requiere paciencia, destreza y creatividad, y es un testimonio vivo del ingenio humano y la conexión con la Naturaleza, que ha perdurado desde el origen de la Humanidad, hasta nuestros días.
En todas las culturas de la Antigüedad, la tejeduría y el hilado eran considerados bendiciones de los dioses y casi todas las deidades asociadas a dichas actividades eran femeninas. Así, encontramos a Tait, Taitet o Tayet, que es la antigua diosa egipcia del tejido, del arte de tejer y de las tejedoras, su título es la “Señora del lino”.
Uttu, en la mitología mesopotámica, diosa de los tejidos y la ropa, Uttu en sumerio significa tejido, es frecuente encontrarla representada en forma de araña en su red, pero antes fue diosa de las plantas, por ello, la planta del lino, y todo el proceso para su transformación en hilo, cobra especial significación mágica en esta cultura.
Athenea, en la antigua Grecia, protectora de Atenas y de los artesanos, señora de las tejedoras y de las mujeres en general, por ejercer actividades relacionadas con el tejido : el hilado, el tinte, la tejeduría, la elaboración de vestido… diosa también de la guerra justa, del conocimiento y la sabiduría; célebre es la fábula en la cual castiga a la vanidosa Aracne, habilidosa tejedora de la provincia de Lidia, hija del tintorero Itmón de Colofón, por haber tenido la osadía de igualarse a los dioses y poner de manifiesto sus desmanes…
Por último, para resumir en importancia y síntesis, con las divinidades cuyos mitos se asocian con la actividad artesanal del tejido y el hilado, no podemos pasar por alto en la mitología griega, a Las Moiras, las “repartidoras’ del destino”. Sus equivalentes en la mitología romana eran Las Parcas, Las Laimas en la mitología báltica y las Nornas en la nórdica. Vestidas con túnicas blancas y de semblante imperturbable, su número terminó fijándose en tres, los nombres y atributos de las Moiras quedaron asociados de la siguiente manera:
- Cloto (hilandera) hilaba la hebra de vida con una rueca y un huso. Su equivalente romano era Nona, originalmente invocada en el noveno mes de gestación.
- Láquesis (la que echa a suertes), medía con su vara la longitud del hilo de la vida. Su equivalente romana era Décima.
- Átropos (la inexorable o inevitable, literalmente “que no gira”, a veces llamada Aisa), era quien cortaba el hilo de la vida. Elegía la forma en que moría cada hombre, seccionando la hebra con sus «detestables tijeras» cuando llegaba la hora. Su equivalente romana era Morta (Muerte), y es a quien va referida la expresión “la Parca” en singular.
También se consideraba virtud en la mujer, en la Antigüa Grecia, la práctica de paciencia, prudencia y modestia, a través del tejido y el hilado, encontrando en la figura de Penélope, esposa de Odiseo, personaje que aparece en los textos de Homero la Illiada y la Odisea, su máxima representación de ejemplo de mujer respetable y virtuosa, ensalzando su habilidad en el telar.
Dando un pequeño gran salto desde la Antigüedad hasta el medievo, sumergiéndonos en las Leyendas Artúricas, podemos encontrar cómo el tejido y el hilado aparecen como actividades “femeninas” , que podían inducir a la alteración del estado de consciencia, como instrumento de la práctica de magia o brujería. La escritora Marion Zimmer Bradley, en su saga Las Nieblas de Avalon, nos muestra a Lady Igrane, madre del mítico rey Arturo, haciendo uso de su habilidad con la rueca para hacer magia y a la Dama Morgana, hermana de Arturo e hija de Igrane, en su destreza con el telar y la lanzadera, para interferir en el curso del destino de personajes a los que consideraba indignos de la vida.
En El Tiraz, somos unos apasionados de la Historia y de los mitos, por ello en sus paredes puedes encontrar un pequeño recorrido histórico/ mitológico, como tributo alegórico a nuestro Oficio.
Referencias bibliográficas:
- Rosalie David, Religion and Magic in Ancient Egypt
- Jordan, Michael, Encyclopedia of Gods, Kyle Cathie Limited
- George A. Barton, Archaeology and The Bible.
- Teogonía. Trabajos y días. Hesíodo
- Mitología griega. H.J.Rose
